Estar sano significa reaccionar correctamente a los impulsos que recibimos. Sobre esta premisa descansan, entre otros métodos terapéuticos, la Kinesiología y la Fisioenergética. Estos sistemas someten al cuerpo a una serie de test con información de diferentes materiales. Pueden ser por ejemplo sustancias homeopáticas o materiales dentales. El organismo reacciona ante las ondas que producen esos materiales y de esta manera, a través de los reflejos musculares, permite al terapeuta reconocer todo el cuerpo por medio de los campos interferentes. Los trastornos biofuncionales más importantes que presente el paciente se transmiten a través de filtros que dan información, entre otras cosas, sobre los campos de interferencia dominantes y sobre los meridianos más afectados.
La Kinesiología es un método de activación del conocimiento y la salud. Su objetivo primordial es el aumento del bienestar. La Kinesiología surge en los años 60 y en ella confluyen elementos de la quiropráctica, la medicina china tradicional y la nutrición.
Una nueva moda cuyas posibilidades ya reconoció el médico griego Hipócrates alrededor de los años 370 y 460 antes de Cristo.
La Fisioenergética es un sistema de diagnóstico y terapia de carácter holístico. En los años 60 el médico americano Dr. Goodheart descubrió conexiones entre la fuerza de determinados músculos y patologías en órganos y sistemas funcionales relacionados con ellos.