Los veneers son finísimas carillas de cerámica transparente, que se colocan sobre la superficie de los dientes. El efecto es totalmente natural y auténtico. En muchos casos, incluso un odontólogo, sin un previo examen minucioso, apenas puede distinguir entre el veneer y la sustancia dental natural. El desarrollo de esta técnica se lo tenemos que agradecer a un odontólogo americano y a su afán por conseguir sonrisas deslumbrantes para estrellas de cine durante los rodajes.
Hoy en día, debido al vertiginoso desarrollo de materiales de cerámica en el sector de la odontología estética, es impensable ignorar esta alternativa. Ofrecen una estética brillante, además de contar con muchas otras ventajas a su favor. Los veneers son extremadamente estables y, debido a su consistencia, están prácticamente a salvo de deformaciones, decoloraciones o rotura. Los veneers no perjudican las encías y son una alternativa menos invasora que las coronas.