Las malposiciones de los maxilares ponen de manifiesto disfunciones que pueden aparecer relacionadas con la alimentación, el habla, el gusto, la digestión y la deglución. Por ello, la respiración, el olfato y la percepción del mundo se ven afectados. Estos trastornos provocan que no pueda establecerse una relación armónica entre el mundo exterior y el mundo interior. Al mismo tiempo, la función auditiva juega también un papel muy importante. La pérdida de oído, hace factible la involución del lenguaje. Si las funciones del espacio bucal están afectadas, en la mayoría de los casos, encontramos también congestión en la cavidad nasofaríngea, por cuyo motivo se produce, en mayor o menor medida, un deterioro del oído. Si los órganos de la cavidad nasofaríngea no están correctamente formados, se verán afectados tanto la respiración, la masticación, el olfato y el gusto, así como la articulación de los sonidos. Las anomalías mandibulares (funciones del espacio bucal) no son enfermedades independientes, sino la manifestación y el síntoma de una disfunción o anomalía.
Si las funciones del espacio bucal están alteradas, el desarrollo de los dientes y maxilares se verá también alterado. El Bionator, un aparato para tratamientos de ortopedia maxilar según BALTERS, muestra con un modelo de estudio, cómo favorecer y dirigir el crecimiento y desarrollo de los maxilares y dentadura de su hijo